martes, 22 de febrero de 2011

Temple de acero, un western al estilo Coen


A primera instancia nunca me sentí muy convecido por la nueva premisa de los Coen, de por si cabe destacar que los Coen no son precisamente mis favoritos en la industria del cine, sin embargo por el hecho de ser la temporada de premios y de tratarse, a pesar de todo, de quizás una buena pieza de arte cinematográfico decidí ir a verla.


Quedé aboslutamente sorprendido, y en todo el sentido positivo de la palabra, la verdad la película cuenta tanto con una gran historia como con un excelente equipo de producción, incluyendo a sus actores, los cuales brillan a lo largo de toda la película.


La trama es bastante sencilla en realidad, y sigue un patrón lineal, pero lo que la hace tan especial y particular dentro de su género es la manera en que la historia es contada y como el desarrollo de la historia misma hace que los personajes no solo sean de un típico western, sino que se trata de una historia de personajes un tanto reales que sienten todo tipo de emociones.


Otro aspecto que es muy destacable de ésta pieza es su guión el cual contiene todo ese humor negro que es ya característico de los hermanos Coen, y por otro lado tenemos a su producción la cual nos brinda todo un espectáculo visual con esos paisajes del viejo oeste gracias a su fotografía y su dirección artística que de verdad nos transporta en todo sentido a aquel tiempo en el cual ladrones y sheriffs eran el pan de cada día.


Una historia que de verdad nos hace sentir mucho dentro de nosotros, no solo por el hecho de la emoción que nos hace sentir en sus secuencias de acción, o por el hecho de saber si van a atrapar al malhechor, sino porque de verdad nos identificamos con los personajes y vemos como se van tranformando poco a poco frente a nosotros en lo que son, simples seres humanos, que sin nada en común su fin es el mismo, y por tanto un vínculo de amistad cobra vida en pantalla.


Bridges nos brinda uno de sus papeles más memorables, al igual que Matt Damon, un must see en éste género del western que sin duda se hará más que un clásico a futuro.

lunes, 21 de febrero de 2011

El discurso del rey, todo un hecho que marcó a una época.


Recién me enteré de ésta película supe que sería una de las grandes favoritas en ésta temporada de premios, y de hecho al verla ya me quedó muy claro el por qué de dicho favoritismo.

Pero primero, cómo nota curiosa, y algo para hablar un poco sobre mi forma de criticar.
Siempre tengo la costumbre de leer algunas críticas antes y después de ver las películas, y en el caso de ésta película no fue la excepción, y basicamente lo que alcanzé a recabar de información fue que la película no era ni por mucho lo mejor que se había visto éste año, pero que definitivamente era el tipo de película que tanto le gusta premiar a la Academia.
Habiendo leído esto y después de ver el resultado final, la verdad es que desacuerdo rotundamente con los que dijeron eso.

La película comienza en cierta manera lenta, pero gracias a las grandes interpretaciones por parte de Helena Bonham Carter y de Geoffry Rush, ésta agarra ritmo al instante en que estos dos personajes se conocen y la historia comienza a convertirse en toda una ruleta de enseñanza, el desarrollo de una gran amistad y por supuesto un buen relato histórico.

Muy interesante es el tipo de grabación con el que cuenta ésta película y la verdad que el guión también es muy destacable, con grandes toques de humor brítanico la película nos guía de la mano por la transformación que tiene el personaje de Firth, al igual que la amistad que entabla con el terapeuta Lionel Logue. Todo ésto se conjunta de manera espléndida, sublime diría yo, ya para la parte final, el tan esperado discurso de guerra por parte del rey.

Ésta película es muy buena tanto por su producción, como por su conjunto de actores los cuales dan a mostrar una gran faceta en sus carreras, Colin Firth logra una de las mejores interpretaciones que ha hecho, pero aún así no la mejor, a mi modo de ver su mejor papel a sido en "A Single Man", pero al parecer es el favorito para llevarse el Oscar, derrotando por mucho en las estadísticas a mi "personal favourite" Javier Bardem, pero en fin que se le puede hacer.

La película es muy buena, logra captar la atención del espectador, las actuaciones del primer nivel y la historia más allá de ser un episodio histórico nos muestra una verdadero ejemplo de lo que es el poder de la amistad, un must see de éste año.